Untitled #1

Las siluetas juegan a contraluz, siluetas desnudas jugando a moverse sutilmente junto a la ventana en un juego de voyeurismo ciego. Las ropas vuelan por la habitación, dejando finos hilos de placer que cruzan hasta llegar a tu sensible piel. No ves nada, pero tu imaginación juega y recorre lentamente su piel, acaricias su cuerpo, disfrutas los delicados parajes de su templo. Están tan lejos, tan íntimos, tan separados, tan unidos. Su respiración es la tuya y agitadamente van cayendo en un profundo abismo de exageraciones y sutilezas. Sus pasos suenan delicados cuando se acerca, casi imperceptibles, casi invisibles. Sus cabellos caen por la espalda, delicados, sutiles, cargados de esa sensualidad que te envuelve y te arroja lejos, como un pobre pervertido. Pero vuelves, vuelves a su piel suave y ahí te quedas, saboreando lo prohibido, porque eso son, unos niñitos jugando al placer. Que papá no los vea, que te golpeará la cara. Papá no está, papá hoy no llega, y su descendencia está mostrándote los pechos redondos, mientras tú en la cama ya no piensas en nada, y la visión se te nubla, y te vas a otro sitio, lejos de la habitación, viajas lentamente por sus muslos, llegando con timidez a tu destino, con miedo, no sabes lo que te espera, niñito, ¿Segura que papá no llega? Segura, hoy te quedas si quieres, hoy te quedas entre mis sábanas, riendo, disfrutando. Vamos, lento, no hay apuro, las sábanas no se van a ir, ellas esperan, están frías, no te apresures. Bésame. Mis sentidos son tuyos, mis sentidos se remecen, y yo ya no estoy aquí. Seamos una exhalación, se mi serpiente y haz que muerda la manzana. Largo es el camino a mis sábanas, un descanso, mi espalda es tu almohada, la que tocabas y te imaginabas mi cuerpo en ella. Ahora es tuya, ahora parece ser real, acaríciala, fúndete en ella y evapórate al contacto con la piel. Tomen un sorbo de placer. La música suena fuerte, tus gemidos al compás, esto parece un déjà vu, esto ya lo has vivido, o lo has imaginado, ride my love away, bye, bye. Vamos completando el camino a tu cama, vamos llegando, vamos a dar los últimos movimientos de esta pieza para luego pasar a la ópera. Es el momento, y el silencio parece ad hoc, tus piernas se abren lentamente, y las recibo en mi entrepierna, las guitarras vuelven a sonar, las voz grave llega a nuestros oídos, erotizando, erotizando, vamos cayendo, volvemos a ser uno, las caricias electrizantes caen por nuestras espaldas, nos vamos tensando, vamos llegando, vamos llegando, vamos a dar nuestro último suspiro, ya no queda nada, ya nuestras mentes están borradas, ya mordimos la manzana, ya nos dejamos caer en el abismo, ya no hay perdón, solo placer, que importa el perdón, los últimos instantes y el último indicio de que ya somos uno se ha completado.